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2015-09-14 12:00:02
CIENTÍFICOS DE LA BASURA: CIENCIA CIUDADANA AL SERVICIO DEL CUIDADO DE LAS AGUAS
(7 septiembre 2015) Fue en el año 2007. El doctor Martin Thiel, académico de la Universidad Católica del Norte, partía junto a un grupo de estudiantes de enseñanza media a buscar basura en las playas del norte. Basura, tal cual. Eran los comienzos de una investigación inédita, una que se convertiría en un ejemplo no solo para Chile, sino para todo el mundo: el Programa “Científicos de la Basura”. Apoyados por Explora CONICYT, comenzaron motivando a escolares de la Región de Coquimbo para estudiar el problema de la basura de sus playas y hoy ya son 30 los colegios asociados en todo el país, con más de 1000 estudiantes y profesores conformando una gran red de investigadores. Una iniciativa de “ciencia ciudadana” inédita no sólo en Chile, sino en todo el mundo. El profesor Thiel explica que gracias a esta fórmula se ha podido determinar, por ejemplo, que la cantidad de basura en las playas hacia el año 2012 ascendía a 4,3 unidades de basura por metro cuadrado y que la basura más abundante a nivel nacional corresponde a las colillas de cigarros. “El problema de la basura marina es amplio, presente en todos los mares, en todas las playas y ríos. Un equipo de investigación no lo puede abordar solo. Para conocer la dimensión de la situación en todo el país era necesaria información de todas partes. Es allí donde surge la investigación colaborativa con los ciudadanos”, explica Thiel. Basura en los ríos Desde entonces el programa científicos de la basura no ha parado de producir resultados. Uno de sus trabajos más recientes marcó el hito de ser uno de los primeros que estudian la basura que llega al mar proveniente de los ríos. Tal fue su relevancia que fue publicado en la revista especializada Marine Pollution Bulletin. Gracias a esto, los hallazgos de “científicos de la basura” han sido citados en una serie de otros estudios en diversas partes del mundo. Como parte de esta investigación y durante todo 2013, los investigadores de la UCN junto a estudiantes en diversas regiones de Chile, estuvieron indagando sobre la basura que transportan cuatro grandes ríos de nuestro país: Elqui, Maipo, Maule y Biobío. “Nuestros hallazgos indican que todos los ríos y sitios investigados tenían basura, demostrando que estos son una fuente importante de la contaminación marina”. En el Río Elqui, por ejemplo, se pudo comprobar una alta presencia de basura de papel y cigarrillos que luego se replica en las playas de su desembocadura, situación que apunta a la responsabilidad de turistas y visitantes. Al observar el Maipo, río que atraviesa Santiago, se estima que la principal fuente de contaminación es de origen doméstico, en tanto que en el Maule y Biobío, las fuentes domiciliarias son superadas por la que arrojan industrias madereras y de celulosa que se concentran en las riberas de estos ríos. Dentro de sus diferencias, lo que más llamó la atención fue un aspecto que se repetía en todos los sitios de estudio: las acumulaciones de basura intencionales. Esto confirmaría que para algunas personas los ríos son vertederos domésticos, lo que según los científicos, reafirmaba que la lucha contra la contaminación marina debe comenzar con el cambio de actitud de la comunidad. El problema del plástico Otro de los aspectos de la investigación fue la presencia de micropartículas de plásticos en los cauces de los ríos. Para esto se utilizó una red especialmente diseñada para recolectarlas, midiendo su flujo. Los resultados indicaron que los ríos las transportan constantemente al mar, lo que según una de las investigadoras del estudio, Vivian Macaya, es una de las situaciones más preocupantes. “Las especies que viven en el mar son los que finalmente se ven afectados por estos microplásticos ya que los consumen, afectando eventualmente a las personas que comen estos animales posteriormente. Esto porque la sangre de peces, por ejemplo, puede contener moléculas que se desprenden del plástico, y por consiguiente, cuando la gente los consume podría estar comiendo plástico indirectamente,” señala Macaya. La investigación concluye que el residuo más abundante es el plástico, que en el caso de la basura muestreada en el Rio Maipo y Maule supera el 40% del total de residuos identificados. Un problema no menor considerando el hecho que el plástico puede flotar y desplazarse grandes distancias debido a las corrientes marinas. En el área conocida como “gran giro del pacífico sur”, por ejemplo, existen más de 491 millones de partículas plásticas, las que contaminan las playas de las islas oceánicas cercanas como Rapa Nui. Ciencia ciudadana Martin Thiel explica que son miles los voluntarios que ya han participado de esta iniciativa, realizando dos muestreos nacionales en playas chilenas (2008 y 2012), un estudio de los microplásticos (2013), una encuesta de comportamiento de usuarios de playas (2012) y, el más reciente, el muestreo de la basura en los ríos chilenos “Un estudio científico puede ser algo lejano. Pero cuando la gente participa en la investigación y ve con sus propios ojos las cantidades de basura que existen, comienzan ellos mismos a preguntarse de dónde viene la contaminación, tomando conciencia de la problemática”. Thiel cuenta que muchos colegios se han certificado ambientalmente gracias a las actividades realizadas, generando planes de reciclaje activos o cultivos orgánicos en patios de los colegios. Incluso en algunas regiones ya han comenzado cambios a nivel municipal, como la disminución de las bolsas plásticas, entre muchas cosas más. Tal ha sido el éxito del programa que ha llamado la atención de varios países del mundo, especialmente de Alemania, los que actualmente están en conversaciones con los responsables del programa para exportar la idea e implementarlo en sus escuelas. A pesar del optimismo, los investigadores mantienen una mirada crítica de la situación actual, invitando a la gente a tomar conciencia. “Cada ciudadano puede hacer mucho para ayudar a reducir el tsunami de plásticos que actualmente nos rodea. La limpieza de la playa empieza en nuestra casa, en nuestro colegio, en las calles de nuestra ciudad y en todos los lugares en los que nos movemos. Pero también los políticos tienen que generar leyes más eficientes, las empresas tienen que tener un rol importante y nosotros como consumidores debemos exigir cambios” destaca Thiel. Fuente: explora.cl |